Tu salud bucal influye en tu salud general (I)

La alimentación es muy importante en nuestra salud en general, pero no digamos en nuestra salud bucal. El cepillado es tremendamente importante, pero la alimentación lo es incluso más. Esto debe hacernos pensar mucho en qué cosas incluimos en nuestra dieta y qué cosas es aconsejable dejar fuera de ella, porque cambiará nuestra salud general, además de nuestra salud bucal. 

Uno de los inconvenientes que nos encontramos en la medicina moderna es que, para poder disponer de especialistas con un conocimiento muy profundo en una enfermedad concreta, han tenido que fragmentar el estudio del cuerpo en partes para poder abarcarlo. Pero sin embargo nuestro cuerpo no entiende de partes y cuando tenemos un problema de salud se puede manifestar en cualquier parte del cuerpo.

La odontología es una rama de la medicina, sólo que por cuestiones de currículum se separa de ésta, pero en realidad, estudia todas las enfermedades y patologías que afectan al aparato masticatorio: la boca y los tejidos adyacentes. Y lo que pasa en la boca impacta al resto del cuerpo. 

La boca no está aislada

Es una de las principales barreras de entrada que tenemos, para nuestro aparato digestivo y para el respiratorio: es la vía por la que podemos acceder a ambos aparatos. Así, la microbiota oral forma parte del todo que lo forma el conjunto de la microbiota digestiva: hay una específica en cada una de las partes del aparato digestivo.

Entre todas las partes del aparato digestivo hay interacción a través de mecanismos moleculares, hormonas etc y unas influyen mucho en las otras. Las bacterias, hongos, virus, protozoos, que tenemos en nuestra boca nos ayudan en muchas ocasiones con la primera digestión de los alimentos. Vivimos en simbiosis con estos organismos, ya que nos aportan elementos que para nuestra supervivencia son fundamentales.  

Así que, si mantenemos este equilibrio con el entorno de nuestra boca, estaremos saludables. Cuando el equilibrio de nuestra boca se altera es cuando aparecen los problemas.  

La vida moderna afecta tus dientes 

Los humanos somos los únicos mamíferos (y podríamos extender esto al resto de especies de animales) que necesitamos cepillarnos los dientes y pasarnos el hilo dental o el irrigador a diario para proteger la salud de los dientes. Esta reflexión nos indica que algo estamos haciendo para afectar a nuestra boca. 

Es un tema muy interesante, porque estos problemas en las poblaciones que aún viven en clanes con modos de vida atávicos no existen: tienen un porcentaje de caries más que escaso, así como tampoco tienen problemas mandibulares, tienen suficiente espacio para todos los dientes, etc.  

Wiston Price fue un médico odontólogo que se dedicó a investigar estas tribus y tomó muchísimas fotografías, en las que se ve perfectamente a individuos con una gran salud bucal y con una estupenda sonrisa sin problemas de espacio.  

Sabemos que la microbiota oral cambió durante el periodo neolítico suponiendo que empezaran a aparecer infecciones, pero estas infecciones las podemos evitar con una alimentación equilibrada y natural.  

Aquí podemos ver dos estudios sobre una de estas bacterias que habitan en nuestra boca, asociadas a la proliferación de las harinas llamada estreptococo mutans y qué efectos tiene en nuestra salud bucal en concreto, pero también en nuestra salud general: aquí y aquí

Y concluimos lo evidente: evitar productos que nos fomenten las caries como azúcares, harinas, bebidas carbonatadas, que son los tipos de carbohidrato de los que se alimentan las caries.

Salud bucal desde bebés 

Es interesante también tener en cuenta el desarrollo de la mandíbula desde pequeños.  

Cuando nace un bebé comienza su primer desafío bucal: extraer la leche del pecho materno requiere mucho esfuerzo, lo que ayuda a tu bebé en el desarrollo y fortaleza de su mandíbula.  

Después, cuando empiezan a ingerir alimentos, ofrecerle a nuestro bebé una alimentación basada en frutas, verduras, e incluir carne y pescado mejorará el desarrollo de su mandíbula y evitará problemas futuros en el momento en el que sus primeros dientes aparezcan. La estructura bucal también se ve afectada por lo que comes, pues estos alimentos requieren más esfuerzo por parte del bebé, ayudando en el fortalecimiento de su mandíbula.

Parece increíble, verdad: ¿cómo vas sólo con la alimentación a cambiar el futuro de la boca de tu hijo, o la tuya propia?  

Los dientes también tienen capacidad de regeneración 

Según Weston Price las dietas modernas son escasas en nutrientes que permitan la regeneración de nuestros dientes. Para efectuar esta regeneración necesitamos vitamina A, D, K2, además de minerales como calcio, magnesio, fósforo, etc.  

Si te das cuenta, son los mismos nutrientes que ayudan a tus huesos. Esto nos ayuda a pensar que si ofreces a tus dientes los nutrientes que necesitan para estar fuertes y tu cuerpo entero te lo agradecerá.  

Alternar enjuague bucal con opciones más naturales 

Estamos hablando del Oil Pulling con aceite de coco. Hay muchos estudios que respaldan la evidencia de este producto.  

Un enjuague bucal convencional es un producto que puede llegar a tener un impacto en la microbiota oral. Mucha gente cree que todas las bacterias son malas, pero eso no es así, algunas bacterias realizan funciones muy interesantes en la prevención de enfermedades. 

La boca, concretamente es un entorno microbiológico muy rico, pues se han llegado a diferenciar 200 especies distintas de bacterias en la boca de cada persona. Estas especies de bacterias van cambiando en cada persona y en cada etapa de la vida, y por supuesto se ven influidas por el tipo de alimentación que tengamos así como por el estilo de vida. 

Y es cierto que los enjuagues arrastran bacterias peligrosas, pero también acaban con las bacterias que están ahí para proteger tu boca. Esto deriva en una microbiota oral empobrecida y esto se asocial con trastornos de salud general como diabetes. Este es el motivo principal de que se recomiende su uso de manera esporádica y no continuada.  

Alternar ambos, el Oil Pulling un día, al siguiente enjuague bucal es una alternativa muy interesante. Recuerda que, para hacer un buen enjuague bucal, no tienes que forzar mucho los músculos de la cara, te lo pasas de lado a lado de la boca y esto será suficiente.  

Como recomendación final: higiene en cada comida 

Esta recomendación te la vamos a hacer en cada post de este blog. Lavarte los dientes después de cada comida reduce el impacto que los azúcares producen por la fermentación de los carbohidratos. Evidentemente cepillarse mucho es abrasivo para tu esmalte dental, con lo que si centras tus ingestas en menos número de comidas con suficiente cantidad de nutrientes, ayudas a tu boca a estar más sana.  

Y por supuesto, realizar revisiones periódicas para verificar que todo está correcto. Por eso tenéis la opción de contactar con nosotros aquí