La cirugía maxilofacial

La odontología es una rama de la medicina que trata los diferentes problemas que puedan surgir en nuestra cavidad bucal y los elementos que la componen, tanto hueso, articulaciones, cartílagos… y una de sus ramas es la cirugía maxilofacial.

Pero no se queda solo ahí, ya que también se ven implicadas otras partes del cuerpo, como es el cráneo, el cuello, la cara.

Cuando existe algún tipo de enfermedad, anomalía o defecto en el desarrollo de alguno de los elementos de nuestra boca, toda la estructura de la cara, cuello e incluso el cráneo, puede verse afectado.

Aquí es donde vamos a recurrir a la ayuda de la cirugía maxilofacial, que se encargará de realizar un estudio, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación, así como a la prevención de cualquier dolencia.

¿Quién se encarga de este tipo de cirugía?

El cirujano maxilofacial va a ser el encargado de realizar estos estudios para poder obtener los datos suficientes y valorar la acción a acometer en cada caso.

Pero para llegar a poder realizar este tipo de intervenciones, la preparación, los estudios y la práctica son los que proporcionan la suficiente experiencia para realizar el mejor diagnóstico y, por tanto, tomar la mejor decisión para acometer la tarea que corresponda.

Comenzar la carrera de medicina básica, cursando la especialidad de cirugía maxilofacial realizando sus correspondientes años de residencia, será la formación que deba recibir el aspirante a cirujano.

Este es uno de los puntos que diferencia a los odontólogos, que tienen dos opciones para obtener su título:

  • El primero sería realizar el ciclo básico de medicina, especializándose en medicina dental.
  • El segundo estudiando directamente la licenciatura de odontología, que es la opción más común.

Obviamente, al tener unos estudios diferentes, conlleva que cada uno podrá realizar diferentes acciones sobre el mismo paciente.

Aunque un cirujano maxilofacial puede llevar a cabo, prácticamente las mismas intervenciones que un odontólogo, su campo es muchísimo más amplio llevando a cabo intervenciones que un odontólogo no puede hacer.

Mientras que un odontólogo se podrá encargar de cirugías de menor complejidad como pueden ser la extracción de las muelas del juicio, así como cualquier patología que tenga relación con los dientes, encías o corrección de las piezas dentales, así como su reparación o mantenimiento con tratamiento más conservadores, el cirujano maxilofacial llevará a cabo intervenciones que tiene una mayor complejidad.

Veamos algunas de esas funciones

Se recurrirá al cirujano maxilofacial en diferentes casuísticas, como pueden ser la falta de huesos en la mandíbula, problemas con las glándulas salivares o la mucosa oral, traumatismos, tumores o patologías de las articulaciones de la mandíbula.

Como se puede ver, el cirujano maxilofacial no se centra en patologías de la boca únicamente, sino que también recurre a tratamientos más complejos, como los que se pueden llevar a cabo por una reconstrucción facial, en tumores u oncología, tanto de la boca como de la cabeza o cuello, como en inserciones de implantes.

De ahí también que la formación que recibe un cirujano es mucho más amplia que la puede obtener un odontólogo, ya que las acciones que realiza sobre las diferentes partes de la boca, pueden influir y mucho en el resto de zonas de la cabeza.

Algunas de las cirugías más comunes que suelen llevar a cabo estos médicos suelen ser:

Colocación de implantes

Aunque en este tipo de intervenciones también las pueden llevar a cabo los odontólogos, en muchos casos el procedimiento debe ser realizado por un cirujano, ya que puede ser que requiera de anestesia general. Esto es subjetivo, ya que cada caso es distinto y primero se ha de valorar el tipo de intervención.

Por eso existe la especialidad en Implantología, donde Clínica Sorias es un referente a nivel nacional en este tipo de intervenciones.

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Cirugía ortognática

Este tipo de cirugías se desarrollan en pacientes que sufren una malformación de la mandíbula, por norma general, inferior, debido a su mayor desarrollo, o también en caso contrario, ante un menor desarrollo respecto a la parte superior de la mandíbula.

Este tipo de malformaciones pueden acarrear maloclusiones, lo que conlleva que la mordida pueda torcerse y derivar en una mordida cruzada.

Esta mala mordida puede provocar en el paciente desgaste en partes muy concretas de los dientes, ya que la mayor parte de la carga en la masticación se va a realizar con la misma parte de la boca, provocando así un mayor desgaste de la misma (caries, rotura o pérdida de piezas dentales…)

Al no poder masticar bien los alimentos, pueden surgir también problemas estomacales o digestivos, al no realizarse correctamente el proceso de masticado y reducción de los alimentos al denominado bolo alimenticio.

El mal desarrollo de los huesos de la mandíbula tiene además un componente estético, ya que incluso los huesos de la cara se pueden ver afectados por esta malformación.

El habla y la pronunciación también se ve afectada al no poder colocar correctamente la dentadura ni la lengua para articular los sonidos correctamente.

Previa a la cirugía maxilofacial, en estos casos, y también como procedimiento tras la operación, se intenta corregir lo máximo posible con el uso de expansores de paladar, retenedores y ortodoncia, para que, llegado el momento de la intervención, la boca esté lo mejor alineada posible.

Extirpación de tumores

En el caso de que el odontólogo, en una revisión rutinaria descubra algún tipo de indicio que le haga pensar en la posibilidad del desarrollo de un cáncer en la boca, la detección de forma temprana es fundamental, al igual que el resto de procesos tumorales.

Para realizar esta detección, el odontólogo solicitará una biopsia de la zona afectada para descartar la posibilidad del tumor mediante una biopsia.

En el caso de que fuera diagnosticado, será entonces cuando el cirujano entre en juego interviniendo para eliminar la zona afectada y reconstruyendo la zona tras la extirpación, con la cirugía maxilofacial.

Extraer las muelas del juicio

Solo en el caso de que el paciente necesite recibir una sedación total, es cuando un cirujano maxilofacial se encargaría de la operación.

Por norma general, este tipo de procedimientos lo puede realizar un odontólogo, a no ser que exista algún tipo de inconveniente o complicación.

Reconstrucciones

En el caso de que el paciente haya sufrido una pérdida en alguna zona de la dentadura, el cirujano debería realizar la reconstrucción y regeneración de la parte perdida. Esto suele ocurrir con las malformaciones o los accidentes.

En el caso de que necesites una revisión de tu boca, estaremos encantados de verte y poder ver cuál sería en el mejor tratamiento en caso de que lo necesitases.

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