Y no solo la mala alimentación, sino que los trastornos alimenticios también afectan a la salud de tu boca, por lo que no estará de más que repasemos cuáles son estos trastornos y cómo le afectan.
Los dos principales trastornos que podemos considerar, son la anorexia y la bulimia. Ambos son enfermedades tanto mentales como físicas que, aún hoy en día, sufren muchas personas. La buena noticia,es que son tratable y con muy buenos resultados.
La anorexia suele hacer que las personas que la padecen suelen contar con obsesión las calorías, lo que provoca que en ocasiones recurran a las purgas mediante vómitos o laxantes, o realicen actividades físicas en exceso.
En cuanto a la bulimia, las personas que la padecen suelen tener atracones que luego compensan, purgándose también mediante vómitos o laxantes.
Dos enfermedades que, a pesar de estar en el siglo 21, y con unos cánones de moda que han cambiado respecto a otras épocas en los que está enfermedad llegó a extenderse mucho, aún padecen muchas personas, por lo que no se puede perder ojo ni pensar que ya está superado.
Las personas que padecen estas enfermedades, lógicamente, van a tener una serie de déficit en los nutrientes que llegan a su cuerpo, que van a dejar señales que un dentista va a poder detectar.
Por eso, muchas de las personas que padecen esta enfermedad, se muestran reacias a visitar a los dentistas, ya que pueden destapar su problema, y es algo a lo que no quieren enfrentar.
¿Y qué tipos de señales con las que podemos detectar en la boca?
Las personas que padecen los trastornos de alimentación y que acuden a la consulta de un dentista, suelen presentar cuadros muy comunes. Vamos a ver cuáles son los detalles que pueden hacer saltar las alarmas en una clínica dental:
Por ejemplo, cuando una persona se induce muchas veces el vómito, como puede ser en los casos de bulimia, se produce una erosión del esmalte de los dientes frontales superiores en mayor cantidad que en el resto de la boca. Y es que los ácidos del estómago son muy corrosivos y dañan con facilidad el esmalte de los dientes.
Además, ese vómito provocado lleva a que las glándulas salivares dejen de producir la misma cantidad de saliva, haciendo que se sufra de xerostomía o boca seca. Y ya sabes que la baja producción de saliva, si además la combinad con una mala higiene bucal, llevará a aumentar el riesgo de sufrir enfermedades periodontales.
Además de producir menos saliva, las glándulas salivares se hincharán y enrojecerán, dato que no pasará por alto a los dentistas.
Y por supuesto, todo esto conllevará una mayor cantidad de caries en los dientes, ya que se encontrarán débiles por la falta de vitaminas que suelen traer consigo este tipo de enfermedades, además de los estragos que hacen los ácidos del estómago, debilitando el esmalte.
Cuando este tipo de conductas se cronifican en el tiempo, aparecen enfermedades como la perimiolisis, causada por una descalcificación de los dientes por la gran cantidad de veces que se han visto expuestos a los ácidos gástricos.
Pero sabemos que a ti te gusta cuidarte, y a tus dientes también, así que pide tu cita y vamos a revisar esos dientes, ¿te parece?
