El diastema

Desde hace un tiempo, algunos personajes conocidos, sobre todo en redes sociales, pusieron de moda una estética en sus dientes. Tenían los incisivos centrales (o paletas) separados y todos querían parecerse a ellos. Este desajuste se denomina diastema.

El diastema suele denominarse a la separación o hueco que existe entre dos dientes, pero donde más se suelen producir es en esos incisivos centrales. En estos casos se le denomina diastema interincisal.

De hecho, en niños pequeños, con los dientes de leche, es muy frecuente que esta situación, es una forma fácil de saber que aún no los ha cambiado, aunque con la aparición de los dientes definitivos, este diastema suele desaparecer.

Causa del diastema

Como te hemos comentado antes, en los niños con los dientes de leche es muy característico, aunque no ocurre a todos. Se soluciona cuando el niño cambia a los dientes definitivos, no es algo que suela preocupar, ni a padres, ni a dentistas.

Más bien, es todo lo contrario, si vemos a un niño con diastema, y no es por las causas que vamos a describir a continuación, podemos deducir que la dentadura está dejando este hueco para que, cuando se caigan los dientes de leche y aparezcan los definitivos, tengan espacio suficiente para poder colocarse correctamente en su posición.

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Existen varias causas por las que algunos pacientes sufren de diastema, y uno de ellos es por la genética. Puede que algún familiar tenga también esta separación entre dientes y el paciente haya heredado esa característica.

Cuando los dientes son demasiado pequeños en relación con el hueso del maxilar superior, es cuando aparecen estos huecos interdentales, que pueden producirse en cualquier zona de la dentadura.

Obviamente, la falta de alguna de las piezas dentales en la boca puede provocar, con el paso del tiempo, que la recolocación que van a sufrir los dientes al tener más hueco, puede provocar que aparezcan los diastemas en cualquier parte de la dentadura.

Otra opción que puede provocar este diastema se debe a la presencia de un frenillo labial ancho, fibroso y de inserción baja. Esto quiere decir que, el frenillo que se encuentra entre el labio superior y la dentadura, es más ancho de lo normal y se une a la dentadura en un punto más bajo de lo normal, así que ocupa el espacio entre ambos dientes.

Este frenillo labial hiperdesarrollado lo que va a hacer es tirar de los incisivos centrales hacia el exterior, lo que provocará este desajuste y en consecuencia el diastema.

Aunque parezca una simpleza, el uso de la lengua, con el paso del tiempo, también puede llevar a que los dientes se vayan moviendo, por ejemplo, al tragar, empujándolos y provocando que se genere este hueco entre ellos. El hecho de tener una lengua más gruesa de lo normal (macroglosia) puede hacer aparecer este hueco.

El crecimiento incorrecto de los dientes o las malformaciones producidas por el paso del tiempo en el desarrollo de los dientes, pueden provocar que estos se giren o se vayan torciendo lo que conlleva que se vaya abriendo y dejando espacios.

Hemos visto las causas principales y más comunes de la aparición del diastema, pero existen multitud de otras menos relevantes o menos frecuentes que también provocan este desarrollo, como puede ser la alineación oral, los dientes salido, sobremordida, etc.

Corregir el diastema

Normalmente, este diastema no suele suponer un problema, siempre que el resto de las piezas estén en su sitio, correctamente colocadas o alineadas. Por lo tanto, el problema en muchos casos es meramente estético, aunque desde hace años, ya no sea tan estigmatizado como lo era antes.

Aun así, siempre viene bien que se revise el estado de la boca para determinar la causa de este hueco y en el caso de tener que realizar cualquier intervención, saber a qué se debe.

En el caso de que se decida recolocar los dientes, existen varias opciones, ya que primero hay que determinar la causa del diastema, y para ello se utilizará la radiografía, fotografías de la cavidad oral, etc.

Por norma general, el tratamiento más usado para la corrección del diastema, es el uso de la ortodoncia o los brackets, y dependiendo del grado de abertura que haya entre los dientes, o que dientes se vean implicados, se podrá usar también la ortodoncia invisible. Otro tratamiento sería con la ortodoncia lingual.

El tratamiento implicará el uso de un juego completo de brackets, ya que al mover de su sitio varias piezas, podíamos provocar el desajuste del resto y por lo tanto, podría ser peor el remedio que la enfermedad.

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Otra opción a valorar sería el uso de las carillas dentales. Este tratamiento en muchas ocasiones se utiliza como complemento a la ortodoncia. Suelen estar fabricadas en composite o porcelana, y en realizada su función es meramente estética, ya que se adhieren a la parte frontal del diente, usándolas en los dos dientes entre los que existe el huevo, y de esta forma quedará tapado.

Esta opción se utiliza siempre que antes se haya hecho un estudio previo y se haya descartado que el diastema se produce por otros factores. Solo el caso de que haya una desproporción entre el hueso maxilar y las piezas dentales, es recomendable esta opción.

Si el diastema se ha producido por la falta de una de las piezas dentales, ya sea por una enfermedad periodontal, como por un traumatismo, antes de realizar cualquier acción, lo primero será reparar la zona dañada, con cirugías regenerativas de encía y hueso o la rehabilitación de la pieza perdida, para luego entrar a valorar cuál será el tratamiento a seguir para rellenar el hueco sin afectar al resto de los dientes.

Si este diastema se produce por cualquiera de las patologías que hemos comentado anteriormente sobre el frenillo, el tratamiento a llevar a cabo sería a través de la cirugía. Se realizaría una frenectomía. Es una operación muy sencilla que normalmente solo requiere de anestesia local y realizada en la propia clínica.

Tras esta cirugía, en adultos, normalmente se estudiaría si hace falta del uso de la ortodoncia o los dientes se colocarán correctamente con el tiempo. En los niños, por norma general no haría falta este segundo tratamiento, ya que los dientes tienden a colocarse en su sitio al no tener nada que los separe.

Mucha gente, usando a personajes conocidos como referencia, decide no tratarse estos diastemas, siempre que no vayan asociados a otra patología. Cada vez se encuentra más reconocido socialmente como un elemento favorecedor.

Por eso queda en manos de nuestros pacientes el querer eliminar ese hueco existente, para cambiar la estética de su sonrisa.

Si es tu caso, pasa por nuestra clínica y veremos la mejor opción para ti.