El Comité Internacional de la Cruz Roja informó en junio de este año que la pandemia mundial puede aumentar el estrés de manera exponencial, y los dientes de los pacientes están pagando el precio.
El estrés puede causar un daño significativo a los dientes y las estructuras faciales circundantes a través del rechinamiento de los dientes, sin embargo, los pacientes a menudo sólo son conscientes de que están rechinando o apretando los dientes en una revisión dental.
Se desconoce la causa exacta del bruxismo, pero se acepta que existen múltiples causas, siendo el estrés y la ansiedad los principales factores que contribuyen a ello.
El estrés, la ansiedad, las malas posturas en las oficinas o en el teletrabajo, y los problemas generados por el aislamiento han hecho que los dentistas tengan que lidiar con una oleada de casos.
El confinamiento y todo lo relacionado con el covid-19 ha dejado, y sigue dejando, muchas secuelas en millones de ciudadanos en todo el globo terrestre. Se ha hablado de los problemas psicológicos, de la ansiedad generada por la incertidumbre y el miedo a contagiarse o los problemas físicos derivados de estar más de tres meses sin apenas salir de casa y con puestos de trabajo no adecuados. Pero una de las señales que muestran más claramente todo lo provocado desde que en marzo estallase la pandemia está en los dientes. Una nueva epidemia se extiende por todo el planeta y se marca en la dentadura.
En España los casos se han multiplicado y el crecimiento se nota claramente. Las razones para que estas dolencias se hayan disparado pueden estar relacionadas con este miedo al virus, la incertidumbre por el futuro y los problemas para poder liberar toda esa energía en una situación de tensión como la actual, pero también afectan otros puntos. El teletrabajo, por ejemplo, ha hecho que descuidemos las posturas echando más leña al fuego a nuestro estado de tensión casi constante. Las malas posturas acaban cargando los nervios del cuello y los músculos de los hombros conducen a la mandíbula.
Esa tensión, tenemos que soltarla de alguna forma, y nos vemos obligados a liberarla por la noche, cuando nuestro sistema se relaja, y en forma de dientes apretados, rechinamiento y mandíbulas endurecidas. La dolencia continúa durante semanas por la situación actual y si finalmente no conseguimos cambiar nuestros hábitos podemos llegar a partir alguna pieza.
Se ha notado sobretodo un aumento de casos en los menores.
Los principales síntomas con los que se presentaban los pacientes eran dolores en los músculos de la mandíbula, especialmente en la zona próxima al oído, así como sonidos y chasquidos atípicos. Otras señales de estos trastornos temporomandibulares que pueden alertar de este problema son dolores de cabeza, limitaciones a la hora de abrir la boca, sensibilidad dental o dolor facial. Todo ello puede llevar a una situación que aún puede agravarse más con la rotura de las piezas.
Si estás en una situación de ansiedad y tienes alguno de los síntomas comentados o incluso algún otro como dolor en la parte interior de las mejillas o hendiduras en la lengua es posible que estés ya sufriendo esta otra epidemia y es hora de visitar a tu dentista de confianza para que lo analice.
¿Qué puedo hacer?
Como esta nueva ola no tiene pinta que estas dolencias vayan a bajar y si nos encaminamos hacia un nuevo confinamiento puede ir incluso a peor, lo primero, antes de nada es saber si ya estás rechinando los dientes, y una forma sencilla de comprobarlo, incluso ahora mismo, es ver si estás juntando tus dientes aunque no estés comiendo ni hablando.
Si de verdad notas esa presión intenta agendar una cita con tu dentista y pon remedio de forma temprana. Se puede usar un protector bucal nocturno o similar, de los que suelen hacer los dentistas cuando empiezas a rechinar tus dientes, también durante el día, y así evitar desgastar o incluso romper alguna pieza dental. Pero hay más. Si sigues teletrabajando, crea un buen espacio de trabajo donde los hombros estén alineados con las caderas y las orejas con los hombros. Y muévete, aprovecha cualquier descanso, llamada, o situación para andar moverte, estirar las piernas y liberar tensión.
Por último, te recomendamos que al final del día de trabajo, intentes relajarte, respirar hondo, estirar y evitar ir de la silla al sofá. Al final la idea es buscar liberar esa tensión que acaban pagando tus dientes por la noche cuando duermes.
Desde una perspectiva clínica, ayudar a controlar el bruxismo no siempre es sencillo. Muchos pacientes son equipados con una guardia nocturna hecha a medida por su dentista para ayudar a reducir el desgaste que están infligiendo a sus dientes.
Además, a veces necesitan abordar los otros efectos del bruxismo, que afectan a la forma de la cara.
La evolución de la odontología estética ha permitido a los dentistas reducir los signos de desgaste, e incluso alargar los dientes acortados a través del uso experto de la unión del compuesto. La unión de compuestos es la aplicación de resina compuesta a la superficie del diente para restaurarlo, sin dañar más la estructura dental residual. Es un procedimiento dental cosmético simple y barato que se realiza normalmente en una sola visita. Además de mejorar la estética de la sonrisa, el alargamiento de los dientes acortados puede, para muchos, tener el beneficio adicional de aumentar el soporte estructural del tejido facial reduciendo la apariencia de la flacidez facial alrededor de la boca.
Desde Clínica Sorias esperamos que el aumento de los casos de bruxismo que estamos experimentando actualmente sea un punto y disminuya en los próximos meses, pero estamos preparados y listos para ayudar a todos los que podamos.