Bruxismo, qué es y cómo tratarlo

Uno de los problemas que tenemos, muchas veces debido a la vida que llevamos, no somos capaces de detectarlo ya que lo sufrimos mientras dormimos. En este caso estamos hablando del bruxismo. Esa sensación de estar masticando tierra o de rechinar los dientes como se le conoce más coloquialmente. 

Descripción  

Como os acabamos de comentar, se trata de un trastorno en que se produce una fricción entre la dentadura superior e inferior, o simplemente apretando ambas, de forma involuntaria. Este trastorno se puede dar durante el día (diurno) o durante la noche (nocturno) 

El más destacable será el nocturno, ya que el diurno, aun siendo involuntario, podemos llegar a controlarlo de mejor manera, al llegar un momento en el que el paciente es consciente de la situación. En el caso del nocturno, suele estar relacionado con el sueño, ya que suelen ir de la mano de otras patologías, como sufrir trastorno del sueño, ronquidos o llegar a sufrir apnea del sueño. 

En el caso de que sea frecuente e intenso, puede llegar a producir alguna serié de problemas en la mandíbula, dolor de cabeza, estropear los dientes, etc. 

Es importante conocer sus síntomas, y así poder determinar el grado que alcanza, y tomar las mejores medidas, para corregirlo, paliarla e intentar evitar las consecuencias. 

Síntomas 

  • Rechinar o apretar los dientes 
  • Dientes flojos, partidos… 
  • Esmalte desgastado 
  • Mayor sensibilidad al frío y al calor 
  • Músculos cansados y doloridos, se puede incluso quedar la mandíbula encajada 
  • Dolor de cabeza 
  • Dolor parecido al de oídos 
  • Procesos de insomnio 
  • Daños en la parte interna de las mejillas 

Siempre que tengas alguno de estos síntomas es recomendable visitar al dentista para estudie tu caso, y ver si realmente padeces esta afección. Puedes consultar en Clínica Sorias para ver si es tu caso. 

Causas 

Aún no se sabe a qué se debe este tipo de afección, se considera que puede ser por un conjunto de causas físicas, psicológicas y/o genéticas. 

Durante el día: A causa de la ansiedad, el estrés, frustración o tensión. Cuando nos intentamos concentrar profundamente, también podemos estar padeciéndola. 

Durante la noche: Se asocia a despertarse durante el sueño. 

Factores de Riesgo 

Como hemos visto antes, existen varios factores que influyen a la hora de desarrollar el bruxismo: 

  • Edad: Puede darse a cualquier edad, siendo frecuente en los niños- 
  • Personalidad: Ser agresivo, competitivo o hiperactivo puede incrementar las posibilidades de sufrirlo. 
  • Estrés: Aumentar la ansiedad o el estrés, junto con la ira o la frustración, son factores a añadir. 
  • Genéticos: Si otros familiares sufren de bruxismo, sobre todo el nocturno, es fácil que lo heredemos. 
  • Medicamentos: En ocasiones se ha comprobado que algunos antidepresivos pueden tener como efecto secundario el bruxismo. Fumar tabaco, el alcohol, la cafeína y algunas drogas pueden incrementar el riesgo de padecerlo. 
  • Otros trastornos: Puede estar relacionado con enfermedades psicológicas como Parkinson, demencia, epilepsia, TDAH, o de otra índole, como apnea de sueño, terrores nocturnos… 

Evaluación 

Cuando visitas al médico con alguno de los síntomas indicados, el dentista buscará evidencias de este tipo de situaciones, tales como cambios en los dientes o en la boca. Se concertará varias visitas para ir observando la evolución de las piezas bucales y comprobando su desgaste progresivo en el caso de padecerlo, así como para determinar el tratamiento necesario. 

Si tu dentista sospecha que lo padeces, lo primero que intentará será averiguar las causas con una serie de preguntas sobre tu salud, medicamentos, rutinas y hábitos

Físicamente, comprobará: 

  • Dolor en la musculatura de la mandíbula 
  • Estado de las piezas dentales: desgaste, rotura, falta de piezas… 
  • Otros daños en la boca, como heridas en la parte interna de las mejillas, estado de la encía… 

Otros especialistas 

Al ser un trastorno que puede venir causado por múltiples factores, el dentista puede derivar la consulta con otros especialistas para determinar cuál puede ser la causa de este trastorno y poder ejecutar una serie de medidas para paliar o erradicar el problema. 

Para ello, dependiendo de los síntomas, nos va a derivar a: 

Especialistas en medicina del sueño, que realizará las pruebas necesarias, como un estudio del sueño, para evaluar los episodios de rechinamiento de dientes, si se tiene apnea del sueño u otros trastornos. 

Psicólogo, en caso de que venga provocado por la ansiedad, el estrés, la ira, que valorará todos los elementos que estén en su mano para rebajar esos sentimientos tan intensos que acaban provocando el trastorno. 

Tratamientos 

El tratamiento que va tener esta patología va a depender de la intensidad al rechinar los dientes durante las fases más agresivas. Normalmente no suele ser necesario el tratamiento y como ya hemos comentado, sobre todo cuando es un bruxismo leve, y más aún en niños, que se suele corregir con el paso del tiempo. 

En el caso de que sea más grave, existen opciones, que vamos a ver. 

En un primer momento, se priorizará preservar las piezas dentales utilizando fórmulas que, si bien no corregirán la patología, evitarán males mayores 

En el dentista: 

  • Férulas y protectores: Diseñados para separar la mandíbula superior de la inferior y evitar el rozamiento. El material que se suele usar es acrílico o materiales blandos para que se ajusten mejor. Normalmente antes se hace un estudio para comprobar la disposición de las piezas y así personalizar con la mayor precisión y haya un mejor ajuste. 
  • Corrección: Cuando hay un gran desgaste o piezas fracturadas, se puede remodelar o colocar una corona. 

Otros enfoques: 

Control del estrés o de la ansiedad: Aprendiendo estrategias de relajación. 

Comportamiento: Ahora que eres consciente de tu comportamiento, hay que modificarlo practicando la posición correcta de boca y mandíbula. 

Biorretroalimentación:  Métodos y equipos que te enseñan a controlar los movimientos de la mandíbula. 

Medicamentos

No suelen ser efectivos, aún no han dado resultados concluyentes. Se pueden usar para intentar disminuir los efectos, sobre todo musculares y psicológicos, por ejemplo: 

Relajantes musculares, Inyecciones de bótox o medicamentos para la ansiedad o el estrés. 

Para los trastornos relacionados con el bruxismo se suele usar: 

Medicamentos, si el médico considera que pueden estar causando el bruxismo, tratamientos para los trastornos relacionados con el sueño, o si se detecta que es una enfermedad la que lo provoca, tratar esta enfermedad puede mejorar el bruxismo. 

Remedios caseros 

Si crees que padeces los síntomas, ten en cuenta las siguientes medidas de cuidado personal, para prevenir o ayudar a mejorar tu situación respecto al bruxismo: 

Intenta reducir el estrés: Hacer ejercicio ayuda a liberar la tensión, aprovechando para luego tomar un baño caliente, o escuchar música y así poner tener un momento de tranquilidad y sosiego para relajarte. 

Evita sustancias estimulantes: Sobre todo por la noche. El alcohol, el café o el té después de la cena pueden empeorar los síntomas durante la noche. 

No trasnoches: Manteniendo unos buenos hábitos de sueño, durmiendo las horas indicadas, y si estás siguiendo un tratamiento de problemas del sueño, seguirlo a rajatabla. 

Pide ayuda: Si duermes con alguien, pídele que preste atención a los posibles sonidos que hagas durante la noche. Esta información le será útil a tu dentista. 

Revisiones periódicas: Concreta con tu dentista exámenes dentales para ver si realmente hay bruxismo, y en el caso de que lo haya, para poder tratarlo lo antes posible. 

Si tienes dudas sobre si puedes padecerlo, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de echarte una mano